La borrasca Berenice, que recientemente azotó la Península Ibérica, dejó un rastro de lluvias torrenciales y fuertes tormentas en varias zonas del suroeste, con precipitaciones que en algunos puntos superaron los 100 mm. Este sistema destacó por tener tintes tropicales, lo que le confirió una dinámica más intensa y organizada que otras borrascas habituales en la región. Berenice ha sido la segunda borrasca de gran impacto de la temporada 2024-2025, nombrada por la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología)
Una de las características más llamativas de Berenice fue su clásica forma de «caracola», visible en las imágenes satelitales, similar a la estructura de un ciclón tropical. El sistema presentaba un núcleo bien definido rodeado de bandas nubosas activas que descargaron tormentas severas a su alrededor, lo que aumentó su peligrosidad y su impacto en las áreas afectadas.
Lluvias Torrenciales y Avisos de Nivel Rojo
Durante el paso de Berenice, se activaron avisos de nivel rojo en varias comunidades autónomas del suroeste peninsular. Las autoridades emitieron advertencias ante el riesgo extremo de inundaciones y otros peligros meteorológicos derivados de las fuertes lluvias. Las zonas con mayor riesgo, principalmente en Andalucía y Extremadura, vivieron momentos críticos debido al volumen de agua acumulada en cortos períodos.
Impacto de Berenice en La Rioja
En cuanto a La Rioja, el paso de la borrasca Berenice tuvo una presencia testimonial. Las precipitaciones comenzaron durante la mañana del sábado 12 de octubre, con lluvias suaves que se mantuvieron de forma intermitente hasta las 4 de la tarde. Aunque no se registraron acumulaciones significativas como en otras regiones del suroeste, el ambiente estuvo marcado por cielos cubiertos y una ligera inestabilidad a lo largo de la jornada.
Los registros de precipitaciones fueron variados en diferentes puntos de la región:
- Torrecilla destacó con 10,4 mm, siendo la localidad más afectada.
- Urbaña acumuló 5,7 mm, seguido de Anguiano y Moncalvillo con 3,7 mm y 3,6 mm, respectivamente.
- En Logroño y San Román, las lluvias dejaron 2,8 mm, al igual que en Santo Domingo con 2,5 mm y en Ezcaray y Nájera con 2,2 mm cada una.
- Otras localidades como Santa Marina registraron 3,4 mm, mientras que en Alfaro cayeron 1,0 mm y en Aguilar 0,3 mm.
- Localidades como Arnedillo y Villoslada vieron registros mínimos de 0,1 mm y 1,1 mm, respectivamente, mientras que en Cervera y Arnedo apenas hubo acumulaciones.
En resumen, la borrasca Berenice dejó un rastro moderado en La Rioja, con lluvias repartidas y acumulaciones modestas, siendo Torrecilla la excepción con cifras algo más elevadas.
Análisis del Diagrama de Fase: La Borrasca Berenice como Baja Fría Asimétrica y Profunda
Los diagramas de fase del centro de la #BorrascaBerenice, obtenidos a partir del modelo GFS, muestran que este sistema ha evolucionado de una baja simétrica y cálida a una baja fría asimétrica y profunda. Este tipo de configuración es clave para entender la estructura y la intensidad de la borrasca, que ha presentado características propias de una tormenta de gran magnitud.
Evolución de Berenice: De Baja Simétrica a Vórtices Divididos
Una baja fría es un sistema de baja presión que se caracteriza por la predominancia del aire frío en su núcleo, tanto en la superficie como en las capas superiores de la atmósfera. Su energía se genera principalmente a partir de la diferencia de temperatura entre las diversas capas atmosféricas, lo que provoca que el aire más cálido ascienda y el aire frío descienda, creando así un área de baja presión. Este tipo de sistema es diferente de una baja cálida, que presenta un núcleo cálido, como ocurre en los ciclones tropicales o huracanes.
En el caso de Berenice, los diagramas de fase del modelo GFS han mostrado que inicialmente se comportó como una baja simétrica, lo que significa que su estructura era casi circular y equilibrada, una característica típica de las depresiones bien organizadas. Sin embargo, a medida que evolucionó, se transformó en una baja asimétrica y se dividió en dos vórtices. Esta división indica que la presión y la temperatura no estaban distribuidas uniformemente, lo que afecta tanto la intensidad como el comportamiento del sistema.
La depresión estuvo formada por bandas nubosas y frentes, características que no se observan en los ciclones tropicales. Cuando los ciclones tropicales se transforman en borrascas, el primer cambio que experimentan es el desarrollo de un frente. Este proceso les otorga una estructura más alargada y asimétrica.
El término «profunda» se refiere a la intensidad de la borrasca, la cual presenta un gradiente de presión muy marcado. Esto significa que hay una gran diferencia de presión entre el centro de la baja y sus alrededores, sugiriendo que Berenice ha sido una borrasca especialmente activa y enérgica. Este tipo de sistemas puede provocar fenómenos meteorológicos significativos, como fuertes vientos y precipitaciones intensas.
Diferencias entre una baja fría y una baja cálida
- Núcleo frío vs. cálido: En una baja fría, el aire frío predomina en todo el sistema, mientras que en una baja cálida (como los huracanes), el núcleo es cálido en su centro.
- Energía: Una baja fría obtiene su energía de la interacción de masas de aire de diferentes temperaturas. Es decir, el contraste entre el aire cálido y frío crea la inestabilidad que alimenta el sistema. En las bajas cálidas, como en los huracanes, el calor y la humedad del océano son las fuentes principales de energía.
- Sistemas diferentes: Mientras que una baja cálida puede originarse en océanos cálidos y suele tener una estructura muy compacta y violenta (típica de huracanes), una baja fría, como Berenice, es más común en latitudes medias y suele extenderse sobre áreas geográficas más amplias, con precipitaciones más duraderas y dispersas.
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