Pese a lo poco que ha llovido en las últimas semanas, las altas temperaturas registradas en La Rioja han favorecido un intenso deshielo que ha favorecido que la reserva hídrica riojana se vea aumentada casi 20 puntos hasta alcanzar el 70% de su capacidad. Si bien las desigualdades por cuencas son evidentes.
Desde finales de enero hasta hoy, el deshielo del Sistema Ibérico ha alimentado especialmente la cuenca del alto Najerilla, ya que el embalse de Mansilla ha aumentado casi un 30% su capacidad en el último mes. Algo que supone un aumento de unos 20 hm3. También el embalse González-Lacasa ha visto incrementada su capacidad en un 20% (con 6 hm3 más), mientras que es el embalse de Pajares el que menos ha subido, con apenas 3 hm3 (algo más del 8%).
No obstante, si hacemos balance comparativo con la media registrada en los últimos 10 años, se observan grandes desigualdades. Pese a tener 6 hm3 (algo más del 4%) más que la media de los últimos 10 años, los embalses de González-Lacasa y Pajares muestran déficit de 4 y 7%, respectivamente, en relación a esta misma media. Algo que compensa con creces el embalse de Mansilla al arrojar un valor un 14% superior a la media de la última década.
El año pasado por estas fechas estabamos 20 puntos por debajo de los valores de este 2019, pero esto fue compensado con uno de los marzos más húmedos que se recuerdan…algo que ya veremos si se repite este año, ya que nos hemos quedado sin reserva nivosa a la que acudir.
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